Durante muchos años habíamos creído lo contrario, es decir, que nos guiábamos , movíamos por criterios puramente racionales y sólo muy de vez en cuando por la intuición, y ahora sabemos porque los científicos nos lo han demostrado que el espacio ocupado por la razón es muy pequeño comparado con el inmenso espacio de la intuición, en donde de manera inconsciente acumulamos cantidad de información que luego utilizamos o no, pero nos damos cuenta que cuando se han producido en la evolución mutaciones positivas casi siempre han sido gracias a la intuición y no a la que hemos mal llamado la razón.

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