Tendencias en Responsabilidad Social y Sostenibilidad Empresarial
Wikilibro: Sostenibilidad/RSE > Capítulo 1: RSE y sostenibilidad - concepto macro |
Sección 5
Para considerar las tendencias actuales y futuras de la RSE y la Sostenibilidad es importante distinguir entre la gestión y la comunicación.
Gestion En lo referente a la gestión, el debate gira en torno a la voluntariedad u obligatoriedad del ejercicio de la Responsabilidad Social. En cierto modo este debate pierde relevancia en la medida que una organización profundiza en la materia y va integrando principios y políticas de RSE y sostenibilidad en su gestión. Un principio básico para que una empresa sea responsable es que cumpla la legislación vigente que le afecta. Por otra parte hay defensores que argumentan la importancia de legislar más para proteger el medioambiente y los derechos sociales. No obstante, algunos piensan que el aumento de leyes no, necesariamente, hará que las empresas sean más responsables y sostenibles. La obligatoriedad puede, incluso, tener el efecto contrario. Por ejemplo una empresa podría gastar los recursos en medir sus emisiones de gases efecto invernadero, en lugar de invertirlos en reducir los mismos. No obstante, según se van integrando los principios y políticas de RSE y sostenibilidad en su forma de gestionar, las empresas se van adelantando a los cambios, y es posible que cuando surja un nuevo compromiso legal, la organización ya lo esté aplicando. Retomando el ejemplo anterior de los gases de efecto invernadero, si tienen un impacto importante sobre la actividad de la empresa, probablemente ésta ya está tomando medidas para reducirlos, y a tal fin seguramente, los estará midiendo para poder controlar si los ahorros esperados se consiguen. Realmente, la RSE y la sostenibilidad, bien entendidas, son un asunto estratégico de primer orden, y como tal se integran en la gestión de la empresa. La legislación establece los parámetros y reglas básicas en que una organización desarrolla su actividad, pero la creación de valor se produce como resultado de una gestión estratégica, y cuanto más comprometida esté la empresa con sus grupos de interés, de hecho, mejor preparada debería estar para los desafíos a que se enfrenta. Comunicación La comunicación es una parte intrínseca de la RSE y la sostenibilidad. Sin ella es imposible mantener un dialogo con los grupos de interés, factor clave para cualquier empresa realmente comprometida con la RSE. Sin embargo, quizás debido a su visibilidad, parece que cuando se trata de comunicación, solo se piensa en las memorias de RSE o sostenibilidad. Además, en torno a las memorias hay dos debates actuales, uno sobre la obligatoriedad de informar, y el otro alrededor del concepto del informe integrado. Los defensores de la obligatoriedad de reportar, suelen estar a favor de la necesidad de una mayor legislación alrededor de la RSE y creen, que si todas las empresas elaboran memorias mejorarán la implementación de la RSE. Los detractores argumentan que no está demostrado que la obligación de reportar mejore la gestión de la RSE, e incluso puede ir en detrimento porque las empresas se limitarán a cumplir el expediente. De hecho, una memoria de RSE o sostenibilidad debería responder a los temas relevantes como un ejercicio de transparencia y compromiso con los grupos de interés, y como tal deberían ser creíbles para sus lectores, sino corren el riesgo que tener, justo el impacto contrario al buscado. El otro debate es sobre las memorias integradas. Sin duda hay una necesidad de racionalizar la cantidad y la calidad de la información disponible para los grupos de interés, pero la elaboración de memorias integradas solo tendrá sentido cuando sean los grupos de interés quienes las demanden. Para que esto ocurra, primero hace falta que una empresa integre la RSE enfocada a la sostenibilidad en su forma de gestión y esto pasa por establecer un compromiso con sus grupos de interés, cosa fundamental para cualquier organización responsable. El mero hecho de elaborar una memoria de RSE ó sostenibilidad, en si misma, obliga a las empresas a profundizar en cómo se relacionan con sus grupos de interés, en la gestión de su sostenibilidad. Esto es positivo, y la tendencia va a ser un mayor compromiso con los grupos de interés que seguramente se verá reflejada en una mejora de la gestión de la sostenibilidad en las empresas y en sus comunicaciones resultantes. |
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