Industrias creativas y culturales en Diseño
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Sección 2
El término industria cultural se refiere a aquellas industrias que combinan la creación, la producción y la comercialización de contenidos creativos que sean intangibles y de naturaleza cultural. Estos contenidos están normalmente protegidos por copyright y pueden tomar la forma de un bien o servicio. Las industrias culturales incluyen generalmente los sectores editorial, multimedia, audiovisual, fonográfico, producciones cinematográficas, artesanía y diseño.
El término industria creativa supone un conjunto más amplio de actividades que incluye a las industrias culturales más toda producción artística o cultural, ya sean espectáculos o bienes producidos individualmente. Las industrias creativas son aquellas en las que el producto o servicio contiene un elemento artístico o creativo substancial e incluye sectores como la arquitectura y publicidad. A pesar de la mayor atención que se presta a las industrias creativas como un campo de interés tanto para los funcionarios públicos, como para los académicos, todavía muchos gobiernos no están convencidos de la importancia de dar prioridad a este sector y por este motivo las industrias creativas no se ven favorecidas en el reparto de los fondos públicos. La incorporación de industrias creativas en la formulación de políticas públicas se complica aún más por la confusión generada sobre las competencias que cada ministerio debe tener en este terreno. Surge la pregunta de que ministerio debe afrontar el liderazgo en la formulación de estas políticas, si el ministerio de cultura, el de economía, el de industria, el de comercio, etc.. Sin embargo, un número cada vez mayor de gobiernos ha reconocido la importancia de las industrias culturales, y desarrollan diferentes políticas a nivel nacional y regional para fomentar su crecimiento y difusión. A fin de apoyar este crecimiento, las estadísticas juegan un papel de vital importancia a la hora de brindar a los dirigentes una idea más clara del impacto que genera este sector y, de que manera el sector público puede crear un contexto más propicio que permita el florecimiento y crecimiento de estas industrias. Sin disponer todavía de una metodología internacional estandarizada, un conjunto de investigaciones y análisis exhaustivos, aunque sin coordinar, se ha realizado en distintos lugares del mundo, y ciertas prácticas y metodologías han sido ampliamente adoptadas como una base ad-hoc. El mapeo cultural se ha convertido en la forma de estudio elegida por los gobiernos a la hora de conocer la influencia de las industrias creativas antes de tomar una decisión política. El mapeo, que supone un esfuerzo exhaustivo en la identificación de todas las actividades económicas culturales relevantes, los actores, el empleo, y los vínculos en un área dada, como una pequeña ciudad o una región, presenta una ventaja adicional. Y es que el proceso de mapeo, por sí mismo, genera externalidades positivas al generar una conciencia considerable y además estimula la colaboración de un amplio grupo de diferentes agentes que forman parte, de una manera u otra, de las industrias culturales. El Reino Unido siempre ha jugado un papel innovador en el desarrollo de estos modelos analíticos. El Departamento para la Cultura, Medios de Comunicación y Deportes del gobierno (Departament for Culture, Media and Sport) elaboró el primer Documento de Mapeo de las Industrias Culturales en 1998 y 2001 como parte de sus esfuerzos para acabar la depresión económica que sumía a sus pueblos y ciudades industriales. Estos documentos definen y clasifican las industrias creativas en trece campos distintos: (1) publicidad, (2) arquitectura, (3) arte y mercado de antigüedades, (4) artesanías, (5) diseño, (6) diseño de moda, (7) cine y video, (8) softwares interactivos de entretenimiento, (9) música, (10) artes de actuación, (11) edición, (12) software y servicios de computación, (13) televisión y radio. |
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