El valor del diseño en Diseño
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Sección 2
El diseño es una disciplina clave para la innovación porque materializa los productos y espacios y comunica con elementos gráficos los valores de innovación de una marca, una empresa, una institución, un producto o un servicio.
La creatividad y la innovación es una actitud que, a través del diseño, nos da una visión más amplia de las posibilidades de creación de negocios, mejora de los procesos, creación de valor añadido, creación de canal de venta, creación de marca y, fundamentalmente, aportación de experiencia al consumidor, usuario, público objetivo, receptor, cliente final. Los italianos lo llaman "fruitore", el disfrutador. Siguiendo el Manual de Oslo recomendado por la OCDE, se identifican 4 áreas: la innovación de producto, de proceso, de marketing y de organización. Algunos ejemplos: - Innovación de producto: introducción de un producto o servicio que es nuevo o mejorado con respecto a sus características o sus usos. Incluye las mejoras en las especificaciones técnicas, componentes y materiales, software incorporado, uso amigable u otras características funcionales. - Innovación de proceso: es la puesta en marcha de una mejora sustancial en la producción, o en un método de distribución. Incluye cambios significativos en técnica, equipamiento y/o software. - Innovación de marketing: es la puesta en marcha de un nuevo método de marketing que conlleve cambios en el diseño de producto o envase, posicionamiento de producto, promoción del producto o precio. - Innovación en la organización: es la implementación de un nuevo método organizativo en las prácticas de negocio de la empresa, en la organización del espacio o en las relaciones externas. En su conjunto, la trascendencia de este concepto de innovación es la implicación del diseño en cada uno de los 4 tipos enunciados, y en la medida de lo posible de forma transversal, más evidente en las innovaciones de producto y marketing que implican las disciplinas del diseño gráfico e industrial, y más abierta en las innovaciones de procesos y organizaciones hacia la ingeniería del diseño o la propia gestión del diseño vinculada a las estrategia empresarial. Hoy en día, se están revisando las cadenas de valor de los productos desde su concepción hasta su producción y distribución a fin de descubrir el valor comunicativo del punto de venta, que es el que realmente está en contacto con el consumidor y sabe cómo cambia de gustos, de hábitos y de percepciones. De esta manera, los puntos de venta se convierten en estratégicos, de forma que los espacios comerciales pasan de vender productos o servicios a ofrecer estilos de vida, en definitiva experiencias. El paradigma de este fenómeno es la tienda virtual, en la que se genera un nuevo negocio en función del manejo de una información, de la gestión logística y de la comunicación con el cliente. Así vemos cómo hasta el propio concepto de tendencia ha cambiado. Hoy día, en la sociedad del conocimiento, las empresas más competitivas ya han aprendido la lección y saben que el concepto de tendencia significa disponer del producto adecuado para un mercado oportuno, "right product just in time". Tanto la administración como los/las empresarios/as, formadores y profesionales han de tener datos convincentes de los beneficios que puede aportar el invertir en diseño en el sentido más amplio del término, desde contratar servicios de diseño profesionales hasta mejorar la gestión del diseño y desarrollar una estrategia de diseño antes de invertir los siempre limitados recursos en tiempo y dinero. |
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