Cultura emprendedora en Proyectos de negocio
Wikilibro: Proyectos de negocio > Capítulo : La cultura emprendedora. El autoempleo |
Sección 1
Como consecuencia del elevado desempleo y reducción del empleo público, esta visión y las formas de trabajo están cambiando, aparecen soluciones nuevas como el desempeño simultáneo de varias actividades profesionales o la actividad profesional independiente.
Así pues, a pesar de que la inquietud emprendedora todavía representa un movimiento reducido en la enseñanza media, en la universidad y en la sociedad en general, el interés por el fenómeno del emprendimiento y de la creación de empresas va creciendo. Cada vez se valoran más las iniciativas empresariales, entre ellas el autoempleo, como un factor clave en la creación de empleo, en la mejora de la competitividad y del crecimiento económico del país. Para que crezca el número de iniciativas de este tipo, hay que fomentar la inquietud emprendedora en nuestra sociedad. Hay que procurar que se cree una cultura emprendedora desde los más jóvenes, para que aprendan a desarrollar capacidades de responsabilidad y cambio y de esta manera puedan reaccionar con mayor apertura y flexibilidad, lo cual les va a ser de utilidad en la vida cotidiana y en el desempeño de cualquier actividad profesional. ¿Qué es la cultura emprendedora?La cultura emprendedora es el conjunto de cualidades, conocimientos y habilidades necesarias que posee una persona, para gestionar un proyecto concreto o su rumbo profesional. La cultura emprendedora está ligada a la iniciativa y acción. El tenerla, ayuda:
La falta de educación emprendedora es una de las causas de que no exista cultura emprendedora. Por lo que para promover el espíritu emprendedor, y de esta manera las actitudes, habilidades y, por lo tanto, dicha cultura emprendedora, debemos, desde la educación primaria, enseñar a emprender. La creación de una empresa propia no repercute sólo en quien la emprende, creando su propio puesto de trabajo, sino que además influye en el crecimiento económico de la zona, generando un tejido empresarial, y por lo tanto en la creación de nuevos puestos de trabajo y bienestar social. Un emprendedor puede “nacer” pero también “se puede hacer”. Hay personas que nacen con una capacidad emprendedora, pues desde temprana edad muestran su capacidad de innovar y de asumir el riesgo probando cosas nuevas o de manera diferente. Pero si no se tiene esa aptitud de forma innata, se puede llegar a formar y fomentar una actitud empresarial entre aquellas personas predispuestas a ello. Se pueden fomentar determinadas competencias como: la capacidad de resolver problemas, de analizar, planificar, evaluar y tomar decisiones, de asumir responsabilidades, de cooperar, de trabajar en equipo, de comprometerse en nuevos papeles, de desarrollar la confianza en uno mismo, de aprender a pensar de modo crítico e independiente, de ser más creativo e innovador y con más iniciativa personal, de preparase para asumir el riesgo. La educación emprendedora debe trabajar en el desarrollo del talento emprendedor, porque a pesar de que las personas presentan una predisposición innata, el emprendedor y/o intraemprendedor, en cierta medida, “se hace”. Con la capacitación adecuada y un entorno propicio las personas pueden adquirir el sentido del riesgo y de la responsabilidad, así como la iniciativa que se requiere para comenzar una aventura empresarial dentro o fuera de la empresa. La educación emprendedora debe convertirse en un elemento transversal en la formación profesional para el empleo. Ya que puede ayudar a sensibilizar a los estudiantes a que consideren que el trabajo por cuenta propia puede ser otra opción profesional, además de ser empleado o funcionario, se puede ser empresario.Contenido
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El emprendimiento y el intraemprendimiento¿Qué significa emprender?
Como podemos leer en estas definiciones, un emprendedor no es sólo quien crea su propia empresa, a quien podríamos considerar como un “emprendedor por cuenta propia”, sino que también pueden ser aquellos trabajadores de empresas ajenas con visión empresarial que lideran la implantación de iniciativas dentro de la empresa. Estos últimos son “emprendedores por cuenta ajena”, también llamados intra-emprendedores o inprendedores.
Cualquier forma de emprendimiento supone un cambio, y, necesariamente, una innovación, y eso, nos guste más o menos, es algo necesario a día de hoy en cualquier empresa u organización. Hay trabajadores que por su predisposición por las novedades y adaptación a los cambios, potencian, impulsan, valoran y gestionan sus iniciativas dentro de la empresa como una forma de entender su pertenencia a la misma, convirtiéndose en un líder conductual que aporta un beneficio mutuo entre la organización y él mismo. Son auténticos emprendedores pero por cuenta ajena.
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El emprendimiento en EspañaEl GEM (Global Entrepreneurship Monitor. www.gemconsortium.org) mide la actividad emprendedora de los países a través del TEA (Índice, o tasa, de la Actividad Emprendedora en la Población Activa). El TEA nos informa de la proporción de las personas entre 18 y 64 años de edad que están comprometidas en actividades emprendedoras, como un emprendedor naciente o un dueño o gestor de un negocio que tenga menos de 42 meses de vida. Desde el año 2000, se ha podido observar que las tasas de actividad emprendedora más elevadas corresponden a países y territorios en vías de desarrollo, en los cuales una parte de la población tiene que emprender por falta de otras alternativas de trabajo, es decir, por necesidad, por ejemplo: China, India, Brasil, Perú, Marruecos, etc. Otros países y territorios tienen tasas importantes de actividad emprendedora debidas a la propia tradición empresarial de su población, por ejemplo: Estados Unidos, Nueva Zelanda, Cataluña, etc. También se observan tasas notables allí donde las políticas públicas han proporcionado un amplio impulso a los emprendedores, o donde la propia población ha comprendido que era necesario evitar la despoblación, cambiar la mentalidad laboral y avanzar en el propio desarrollo, por ejemplo: Irlanda, Finlandia, Madrid, Canarias, etc. En cambio, en los países desarrollados, se han ido apreciando tasas de actividad emprendedora moderadas, sobre todo porque hasta ahora la mayor parte del empleo ha estado en manos de los organismos públicos o de grandes empresas que ofertaban mucho empleo. Lo cual en la actualidad ya no es, ni seguirá siendo así en el futuro. En el año 2009 el informe GEM presentó unos resultados demoledores: el índice de actividad emprendedora en España acusaba una fuerte crisis, registrando una caída del 27,1% entre Julio del 2008 y Julio del 2009.
Desde el punto de vista de los expertos encuestados para elaborar este información, las condiciones del entorno menos propicias para emprender son la educación escolar, la financiación, la burocracia y los impuestos, y todos estos factores han empeorado desde el 2009. El número de personas con intención de emprender aumentó, así como el porcentaje de población relacionado con las iniciativas emprendedoras consolidadas, pero en conjunto el TEA empeora y es el más bajo de los últimos años.
El emprendimiento por oportunidad (los que identifican una oportunidad) sigue descendiendo respecto al 2009, y el empresario por necesidad (los que no tienen otra forma de ganarse la vida o porque tienen miedo a quedarse desempleados en un futuro) se mantiene. Las iniciativas en fase emprendedora, la más incipiente, son similares a las de otros años, con un porcentaje mayor en el sector servicios y algo menor en el manufacturero. Siendo lo más habitual que se trate de autoempleo. Pero, no todo es negativo para España en este informe, ya que muestra que la sociedad española está alineada en actitudes emprendedoras con el resto de países de las muestras de países GEM, y las supera en tres aspectos:
Considera que los medios no prestan suficiente atención a los emprendedores y que hay una percepción de que en España hay menos buenas oportunidades para emprender que en otros países. En cuanto a la financiación para poner en marcha las empresas, crece el montante del capital semilla necesario y la participación de inversores privados informales. Mientras sigue contraído el crédito bancario. |
Qué es la Empresa. Qué significa ser Emprendedor y ser EmpresarioLa empresa. Funciones básicas, estructura organizativa y el ecosistema empresarial La empresa es una organización social, formada por la unión de personas que aportan recursos para conseguir una serie de objetivos regidos por una serie de principios y responsabilidades y que operan en el mercado. La empresa debe encontrar su justificación de existir, no sólo por la capacidad de producir bienes y/o prestar servicios de utilidad, innovadores y diferenciados, orientados al mercado, es decir, a los clientes; sino también porque contribuye al desarrollo económico sostenible de la sociedad en la que se relaciona. La empresa se desenvuelve dentro de un contexto o entorno amplio, en el que intervienen factores de ámbito general (macroentorno) y factores de ámbito más específico (microentorno). Y se diferencia de otro tipo de organizaciones:
La función básica de la empresaLa empresa es la organización donde el emprendedor desarrolla una actividad económica, en la que materializa una idea que satisfaga las necesidades y deseos de los clientes. A través de la empresa, el emprendedor añade valor a productos y/o servicios destinados a determinados clientes. Pero además de los clientes, hay otras personas o entidades que conforman el entorno de la empresa que también deben ser tenidas en cuenta:
La empresa es pues un sistema que influye en todo su entorno y que, a la vez, está influido por todos los elementos de dicho entorno. Es un sistema abierto, que interactúa, que intercambia con el entorno. En definitiva, la empresa crea valor para todos los interesados en ella. Recibe la gestión del emprendedor, el dinero de los socios y/o ángeles inversores, el trabajo de los empleados y/o colaboradores externos, el marco socio-económico, los suministros de los proveedores, la información del sector y la demanda de los clientes. La empresa devuelve su propia existencia a su impulsor, al emprendedor ahora empresario, mediante la retribución al capital aportado, la remuneración a su trabajo, el desarrollo económico a la sociedad, los pagos a los proveedores, las relaciones con el sector y la satisfacción con los clientes. |
La estructura organizativa de la empresaLa empresa es una unidad económico-social, integrada por recursos humanos, materiales y técnicos, con el fin de conseguir un determinado objetivo. Para que funcione de forma efectiva y logre sus objetivos, debe actuar como un “todo” unitario pero estructurado de forma organizada, donde cada área de actividad realiza su función pero coordinada de forma equilibrada con las otras. El emprendedor materializa una idea que, con la aportación de su trabajo y capital, produce bienes y/o servicios que responden a la demanda y expectativas de unos determinados clientes, generando, al mismo tiempo, empleos ajenos, beneficios, intercambios comerciales y satisfacción de deseos y necesidades. En esta estructura organizativa entre las principales áreas funcionales, podemos destacar las siguientes:
Pero no todas las empresas tienen una distribución de áreas tan marcada. En unos casos porque sus dimensiones y número de trabajadores no se lo permite, ya que hay pequeñas empresas, las que coloquialmente llamamos “micropymes”, que incluso sólo llegan a tener un trabajador, el mismo emprendedor, que abarca varias funciones. En otros casos - siendo una práctica cada vez más habitual -, porque externalizan determinadas funciones, es decir, sacan fuera de la empresa algunas de las áreas funcionales (por ejemplo: área legal y contable, la de tecnología, la vigilancia, la limpieza). Para aquellas empresas que por su tamaño si tienen una estructura organizada de forma jerarquizada y con división de funciones, podemos destacar dos modelos de organización: La estructura organizativa de trabajo que tenga una empresa influye directamente en la percepción que pueda tener un trabajador de sus condiciones laborales y en su rendimiento profesional. Una estructura organizativa muy vertical, con una larga cadena de mando y tramos de control corto, no favorece el trabajo en equipo, por el contrario las estructuras horizontales facilitan mejor el trabajo en equipo. La estructura organizacional influye en la cantidad de reglas, procedimientos, trámites y otras limitaciones a que se ven enfrentados los trabajadores en el desarrollo de su trabajo. La representación gráfica de la estructura organizativa de la empresa se hace a través de los organigramas, a través de los cuales nos permiten conocer, de un vistazo, los diversos niveles de dependencia jerárquica. |
El ecosistema empresarialLa empresa tiene una relación fundamental con el entorno o medio en el que actúa. La empresa, por lo tanto, depende de su entorno para lograr sus metas, por lo que debe conocer las oportunidades - para aprovecharlas -, y las amenazas - para afrontarlas y superarlas -, que puede encontrar en él, para poder desarrollar una estrategia empresarial adecuada. El entorno: son todos aquellos factores que afectan a la empresa y que tienen una importante influencia en su estrategia empresarial. Podemos distinguir dos niveles de entorno:
Se refiere al medio externo que la rodea, derivados del sistema socioeconómico en el que desarrolla su actividad. Por ejemplo: la variación de los tipos de interés, que afectarán al coste de los préstamos; la normativa laboral, que afectará al tipo de contratación de los trabajadores. El entorno más próximo, o microentorno: compuesto por factores de un ámbito más específico y próximo a la empresa, sobre los que si puede intervenir y controlar. Se refiere a aquellos factores de ámbito geográfico más local o del sector al que pertenece, como son el mercado, los clientes, la competencia, los proveedores, los canales de distribución. Por ejemplo: la decisión de introducir productos innovadores, diferentes y con una estructura de costes más ajustada, para poder hacer frente a la competencia del sector.
Las variables macroeconómicas tienen una repercusión importante en el mundo empresarial, y no hay mejor ejemplo que lo que está ocurriendo actualmente en nuestro país:
Estos factores pueden condicionar el desarrollo futuro de las empresas, y pueden brindar oportunidades de negocio, o constituir amenazas que puedan hacer fracasar el proyecto empresarial.
Las empresas deben controlar la evolución del sector en el que actúan, con el fin de conocer las fuerzas competitivas que intervienen en él, pues van a afectar a sus beneficios y rentabilidad. Estas fuerzas competitivas del sector o microentorno son:
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El emprendedor. Capacidad de gestión y funcionesEn las pymes, el papel de emprendedor, socio capitalista y trabajador puede solaparse hasta fusionarse en una sola persona. Hay pequeñas empresas que a veces sólo tienen un trabajador, el propio emprendedor, que probablemente ha puesto todos los recursos propios de la empresa. Antes se pensaba que el hecho de poseer recursos naturales, financieros, humanos, permitía el desarrollo de empresas y de naciones. Hoy hacemos mucho énfasis en que una correcta gestión es tan importante o más que poseer recursos. La capacidad de dirigir, de gestionar, es el motor impulsor para el desarrollo de un país, de una empresa o de una economía familiar. La empresa, a través de su gestor o gestores, realiza la gestión de los recursos (que por definición son limitados) en todos sus aspectos (comercial, personal, producción, finanzas, administración, desarrollo de productos, etc.), en un entorno en permanente proceso de cambio. Este escenario dinámico, a veces turbulento, de difícil previsión, obliga a adoptar nuevas decisiones, a adaptar el sistema empresa a las modificaciones que surgen en clientes, competencia, sociedad, etc. El emprendedor deberá actuar como un empresario-gestor y tendrá que adaptar su empresa a los cambios de entorno en el ámbito en que actúa, sea local, nacional o internacional. Es decir, tiene que se un gestor del cambio. El emprendedor como gestor de un sistema en equilibrio El emprendedor es la persona que realiza la gestión directiva de los diferentes recursos que se ponen en juego para crear la empresa, es el protagonista en el proceso de creación de empresas. Su iniciativa, su creatividad, su eficacia y su esfuerzo hacen posible la empresa, que ofrece productos y servicios, trabajo, retribución al capital, etc. Crea valor para todos los interesados en ella. La capacidad directiva o de gestión en una gran empresa es una profesión independiente de la propiedad, directivo profesional. En la pyme la figura del gestor, del propietario y del trabajador, tienden a unirse en una sola persona, que representa, total o parcialmente, los tres papeles. La gestión supone:
Este es el triángulo del éxito del emprendedor: saber, querer y poder. Y este triángulo se traducirá en decisiones (planes) y en conductas (realización) El emprendedor es el punto de partida básico de la nueva empresa. Es condición necesaria de la empresa, aunque puede no ser suficiente si no posee los conocimientos, la voluntad o los recursos necesarios. El emprendedor tiene que equilibrar un sistema complejo, donde confluyen diferentes intereses, a veces contrapuestos. Como gestor debe captar los recursos necesarios, transformarlos en productos y servicios - respetuosos con el medio ambiente - que ofrece a los clientes dando respuesta a sus expectativas y demandas, generar satisfacción entre los empleados, conseguir una contrapartida económica que consiga cubrir todos los costes directos y gastos generales de la empresa, que le permita obtener un margen de beneficio suficiente para poderlo reinvertir y desarrollar el negocio y así contribuir al crecimiento económico y bienestar social. El perfil del emprendedor incluye:
Además, deberá tener conocimientos de dos tipos:
Su formación como gestor estará dirigida a la empresa en su conjunto. Es un “hombre orquesta”, capaz de elaborar un proyecto de empresa y ponerlo en marcha. No es necesario que sea un gran experto en todas las áreas de la empresa, pero si con criterios para tomar decisiones de marketing, legales, recursos humanos, tecnología, finanzas, etc. Esta formación conviene que la adquiera antes de iniciar la actividad y después se preocupe de estar actualizado.
El conocimiento del sector o del “oficio” es necesario para entrar en un sector específico. Lo ideal es que tenga experiencia profesional en él, pero si no es así deberá aprenderlo o conseguir la colaboración de un especialista, como socio o profesional. Este conocimiento del sector supondrá múltiples contactos con: organizaciones empresariales, clientes potenciales, entidades financieras, asesores y consultores, administradores públicos, cámaras de comercio, etc. El objetivo es conocer los clientes, los competidores, las reglas de juego en el sector, las posibles estrategias de diferenciación, de posicionamiento inicial y las ventajas sostenibles de la empresa frente a su competencia. El éxito profesional del emprendedor requiere:
Requiere un equipo humano idónea, la tecnología adecuada, capacidad financiera propia y ajena.
La idea de negocio es importante, pero la persona que aplica e implementa esa idea de negocio lo es más. |
De emprendedor a empresario. Sus funciones como directivo o gestorUn emprendedor es capaz de identificar una necesidad, materializarla en idea, reunir los recursos necesarios y llevarla a la práctica, transformando esa idea en productos y/o servicios que comercializará a través de una empresa. Pero, ¿cuando dicho emprendedor se convierte en empresario?. En el momento en que dicha empresa comienza a desarrollar su actividad y aborda el camino de la consolidación, alcanzando los objetivos inicialmente establecidos, el emprendedor comienza la senda de la “profesionalización”, transformándose en empresario. Es la etapa en que el emprendedor comienza a ejercer con eficacia las funciones de directivo o gestor. Y, ¿cuáles son esas funciones que ejerce como directivo o gestor?: Aunque las funciones que se relacionan a continuación están enfocadas a las que ejerce el emprendedor como empresario, pueden aplicarse al responsable de cualquier grupo humano, teniendo en cuenta que en cada caso habría que adaptar su aplicación al grupo concreto. La gestión directiva es una combinación de ciencia y arte. Las principales funciones del gestor son:
Debe desarrollar todas estas tareas con eficiencia, es decir, con la mejor combinación de factores, la más barata, la que mayor valor añadido aporte a la sociedad en su conjunto y a la empresa. |
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