Resumen
Cambio climático: Por “cambio climático” se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.
El estudio del clima es un campo de investigación complejo y en rápida evolución, debido a la gran cantidad de factores que intervienen. El clima de la Tierra nunca ha sido estático. Como consecuencia de alteraciones en el balance energético, está sometido a variaciones en todas las escalas temporales, desde decenios a miles y millones de años. Entre las variaciones climáticas más destacables que se han producido a lo largo de la historia de la Tierra, figura el ciclo de unos 100.000 años, de períodos glaciares, seguido de períodos interglaciares.
Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Es debido a causas naturales y también a la acción del hombre y se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc. El término “efecto de invernadero” se refiere es la retención del calor del Sol en la atmósfera de la Tierra por parte de una capa de gases en la atmósfera. Sin ellos la vida tal como la conocemos no sería posible, ya que el planeta sería demasiado frío. Entre estos gases se encuentran el dióxido de carbono, el óxido nitroso y el metano, que son liberados por la industria, la agricultura y la combustión de combustibles fósiles. El mundo industrializado ha conseguido que la concentración de estos gases haya aumentado un 30% desde el siglo pasado, cuando, sin la actuación humana, la naturaleza se encargaba de equilibrar las emisiones.
En la actualidad existe un consenso científico, casi generalizado, en torno a la idea de que nuestro modo de producción y consumo energético está generando una alteración climática global, que provocará, a su vez, serios impactos tanto sobre la tierra como sobre los sistemas socioeconómicos.
El cambio climático nos afecta a todos. El impacto potencial es enorme, con predicciones de falta de agua potable, grandes cambios en las condiciones para la producción de alimentos y un aumento en los índices de mortalidad debido a inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor. En definitiva, el cambio climático no es un fenómeno sólo ambiental sino de profundas consecuencias económicas y sociales. Los países más pobres, que están peor preparados para enfrentar cambios rápidos, serán los que sufrirán las peores consecuencias.
Se predice la extinción de animales y plantas, ya que los hábitats cambiarán tan rápido que muchas especies no se podrán adaptar a tiempo. La Organización Mundial de la Salud ha advertido que la salud de millones de personas podría verse amenazada por el aumento de la malaria, la desnutrición y las enfermedades transmitidas por el agua. España, por su situación geográfica y características socioeconómicas, es muy vulnerable al cambio climático.
En consecuencia, aunque existen incertidumbres que no permiten cuantificar con la suficiente precisión los cambios del clima previstos, la información validada hasta ahora es suficiente para tomar medidas de forma inmediata, de acuerdo al denominado “principio de precaución” al que hace referencia el artículo 3 de la Convención Marco sobre Cambio Climático (http://unfccc.int/resource/docs/convkp/convsp.pdf). La inercia, los retrasos y la irreversibilidad del sistema climático son factores muy importantes a tener en cuenta y, cuanto más se tarde en tomar esas medidas, los efectos del incremento de las concentraciones de los gases de efecto invernadero serán menos reversibles.
Como muestran los gráficos siguientes existe una fuerte correlación entre la temperatura global del planeta y la concentración de CO2 en la atmósfera.

Las barras grises indican los cambios anuales en la media global de la concentración de CO2 en la atmósfera terrestre. Como puede apreciarse, a principios de los 60 el aumento anual en las concentraciones atmosféricas de CO2 era de poco más de 0,5 partes por millón (ppm) al año. En la actualidad ese incremento anual es tres veces superior. Las barras grises indican los cambios anuales en la media global de la concentración de CO2 en la atmósfera terrestre.
Las líneas escalonadas roja y negra inferiores muestran las medias, para periodos de 5 años, de dos redes de medición diferentes (las diferencias entre ambas redes son de unas 0,15 ppm).
La línea escalonada superior indica los incrementos anuales que tendrían lugar si todas las emisiones derivadas del uso de combustibles fósiles permanecieran en la atmósfera y no hubiera otras emisiones.
El motivo principal por el cual la cantidad de CO2 que se va acumulando cada año en la atmósfera es sustancialmente inferior a la cantidad de gases emitida debido a las actividades humanas es que una parte del CO2 atmosférico pasa cada año a los denominados “sumideros” de carbono. Los más importantes son los océanos y los bosques.
La siguiente ilustración muestra ejemplos de impactos globales previstos en función de los cambios en las temperaturas medias de la Tierra a lo largo del siglo XXI. Se trata de una selección realizada entre las estimaciones que ya se encuentran disponibles en materias como el agua dulce, los ecosistemas, la alimentación, las costas o la salud.
Las líneas verticales blancas indican cambios en la temperatura global en relación con la media para el periodo 1980-1999.
El lugar donde se han situado los textos permite visualizar los rangos de cambios de temperatura en los que los impactos tendrían lugar. Las flechas que aparecen cruzando las cuadrículas indican niveles progresivos de impacto. Las flechas pequeñas que se encuentran en una sola cuadrícula indican tendencias en los impactos.
Como puede apreciarse, los impactos previstos serían más serios si se producen cambios de temperaturas mayores.
