Conceptos Físicos en Construcción sostenible 3
Wikilibro: Construcción sostenible > Capítulo 4: Eficiencia energética en edificación |
Sección 2
Parámetros de confort térmicoLa EPBD define la eficiencia energética como “la cantidad de energía calculada o medida que se necesita para satisfacer la demanda de energía asociada a un uso normal del edificio, que incluirá, entre otras cosas, la energía consumida en la calefacción, la refrigeración, la ventilación, el calentamiento del agua y la iluminación”. Es decir la energía que necesita un edificio para mantener unas adecuadas condiciones de confort, pero ¿Cómo se evalúa ese confort? |
Parámetros físicosComo se ha comentado, el requerimiento principal para conseguir el confort térmico en un individuo es que su balance energético sea nulo, o casi nulo. Debemos prestar especial atención, pues, a aquellos factores y parámetros que tengan mayor influencia en la transferencia de energía entre el individuo y el ambiente: Temperatura Es quizá el parámetro más relevante en el balance energético. La diferencia entre la temperatura corporal y la temperatura del ambiente. En este punto es importante diferenciar diferentes conceptos relacionados con la temperatura, y que es interesante conocer:
Humedad relativa Se define la humedad relativa como la relación porcentual entre la cantidad de vapor de agua real que contiene el aire, y la que necesitaría contener para saturarse a idéntica temperatura. Por ejemplo, una humedad relativa del 65% quiere decir que de la totalidad de vapor de agua (el 100%) que podría contener el aire a esta temperatura, en este instante contiene el 65%. La velocidad del aire es, junto a la temperatura y la humedad, uno de los valores determinantes de confort. Todos los sistemas de acondicionamiento, ya sean pasivos o activos obtienen el confort modulando estos tres factores. |
La medida del confort térmicoLos parámetros individuales de confort térmico tienen que ver con la persona. Son, entre otros: la vestimenta, la tasa metabólica, edad, sexo, etc.
En líneas generales, se puede decir que el modelo de Fanger es adecuado para los edificios acondicionados mecánicamente, siendo el modelo adaptativo más apropiado para evaluar el confort en edificios climatizados con estrategias pasivas de calefacción o ventilación. El arquitecto húngaro Víctor Olygay fue el primero en representar de forma gráfica la envolvente de confort para climas templados incorporando criterios de diseño arquitectónico para restablecer dichas condiciones satisfactorias. La Carta Bioclimática de Olygay necesita correcciones según la humedad, la latitud...ya que está definida inicialmente para la zona templada de Estados Unidos. En el eje de ordenadas se representa la temperatura y el de abscisas la humedad relativa. La zona de confort viene marcada como aquella en la cual la combinación de valores crea una sensación térmica agradable. Se basa en unas condiciones concretas, para una persona con actividad ligera (paseando), vestida con ropa de entretiempo (1 clo), sin viento y a la sombra. La carta bioclimática de Givoni El arquitecto israelí Baruch Givoni[3] desarrolla, partiendo del climograma de Olygay, una carta bioclimática que es una herramienta muy sencilla para averiguar de manera aproximada qué tipo de estrategias deben tenerse en cuenta para proyectar un edificio en un clima concreto. Givoni sitúa la envolvente de confort (aquella que delimita la zona del diagrama dentro de la cual obtenemos unas condiciones de confort térmico) sobre un diagrama psicométrico estándar. Con ello se obtiene una herramienta muy útil para entender y aplicar distintas técnicas de enfriamiento o calentamiento natural mecánico o artificial. El climograma de Givoni es adecuado para climas cálidos secos. El área de confort se sitúa entre los 21°C y los 26°C y humedades relativas entre el 20 y el 75%. Givoni determina, al igual que Olgyay, estrategias de restablecimiento del confort para cada una de las zonas del diagrama, incluyendo características constructivas de los edificios. |
El movimiento del sol y las sombrasLa Tierra se mueve alrededor del Sol recorriendo una órbita elíptica casi circular. Adicionalmente, la tierra gira sobre sí misma, alrededor de un eje inclinado de 23º27' con respecto al plano orbital. El recorrido del sol en un día determinado a una latitud determinada puede ser representado en un gráfico llamado Carta Solar. La carta solar cilíndrica consiste en un diagrama en el que se representa la posición del Sol sobre un lugar determinado para fechas diferentes y a diferentes horas, en función de la altura del Sol y el azimut del punto (orientación con respecto al Sur). En el eje vertical se sitúa la altura solar en grados sexagesimales y en el eje horizontal el acimut medido desde el Sur. Una de las aplicaciones de la carta solar es conocer el número de horas de sol teóricas (con cielo despejado) que reciben las diferentes fachadas de un edificio (o cuando no ocurre ninguna obstrucción. Para ello únicamente hay que considerar que el azimut en grados sexagesimales del eje X del diagrama expresa las diferentes orientaciones de la superficie.
Así, en función de la orientación a la que esté expuesta una u otra fachada, se puede diferenciar claramente el número de horas de sol a la que está expuesta. En el siguiente enlace de la Universidad de Oregón (USA) se pueden obtener las cartas solares de un determinado lugar si se conocen sus coordenadas: http://solardat.uoregon.edu/PolarSunChartProgram.html |
Transferencia de CalorHemos visto como el parámetro fundamental en la consecución del confort térmico es la temperatura. Por tanto como proyectistas debemos conocer bien cuáles son las formas que existen de transmisión de calor, para poder controlarlas a la hora de diseñar un edificio, de forma que nos podamos beneficiar de su aporte gratuito de energía cuando sea necesario, y sepamos protegernos de una ganancia excesiva cuando no lo necesitemos. La conducción
donde: R: resistencia térmica [m2•°C/W], e: espesor del material [m], λ: conductividad térmica [W/m•°C]
El segundo método de transferencia de calor es la convección. Consiste en un intercambio de calor entre el aire y un sólido (o a la inversa) cuando éstos se encuentran a diferentes temperaturas. La diferencia de temperaturas entre la cara de un sólido y el fluido con el que tiene contacto produce movimientos en el fluido debido a las diferencias de densidad que se crean. El movimiento del fluido puede ser natural o forzado. Si se calienta un líquido o un gas, su densidad (masa por unidad de volumen) suele disminuir. Si el líquido o gas se encuentra en el campo gravitatorio, el fluido más caliente y menos denso asciende, mientras que el fluido más frío y más denso desciende. Este tipo de movimiento, debido exclusivamente a la diferencia de la temperatura del fluido, se denomina convección natural. La convección forzada se logra sometiendo el fluido a un gradiente de presiones, con lo que se fuerza su movimiento de acuerdo a las leyes de la mecánica de fluidos. La radiación La radiación es la transmisión de calor entre dos cuerpos que no están en contacto entre sí y entre los cuales existe una diferencia de temperatura. Todos los cuerpos con temperatura superior a 0 K emiten radiación electromagnética, siendo su intensidad dependiente de la temperatura y de la longitud de onda considerada. Incidencia de la radiación solar en los cerramientos La energía solar es un aporte únicamente por radiación. La radiación solar puede manifestarse de tres modos en función de cómo la reciben los elementos radiados:
La radiación solar que incide sobre un edificio puede hacerlo, en general, sobre una superficie opaca, o por una superficie de vidrio. El coeficiente de transmisión térmica U La resistencia térmica total (Rt) mide la oposición que muestra un cerramiento a transmitir el calor, considerando su comportamiento ante la conducción en función de la resistencia térmica de cada uno de los materiales que forman el cerramiento, así como el efecto de la convección de sus caras externas (exterior e interior) en contacto con los ambientes que lo rodean. El efecto de la convección se cuantifica mediante sus resistencias térmicas superficiales, que incluyen el efecto de la radiación. El inverso de esta resistencia térmica total se define como transmitancia térmica (U) de unidades W/m2•ºC. Su significado es el de la cantidad de calor que pasa por 1 m2 de material cuando las temperaturas a ambos lados difieren en 1ºC. La inercia térmica La Inercia térmica es la propiedad que indica la capacidad que tiene un cuerpo de almacenar la energía térmica recibida e ir cediéndola progresivamente. La inercia térmica depende de su masa, su densidad y su calor específico. Los edificios de gran inercia térmica tienen variaciones térmicas más estables, ya que el calor acumulado durante el día se libera en el período nocturno, esto quiere decir que a mayor inercia térmica mayor estabilidad térmica. Radiación solar a través de los vidrios. La longitud de onda de la radiación que llega a la Tierra está comprendida principalmente entre 0,3 y 3,5 μm. Los vidrios son permeables a la radiación de onda corta (longitudes de onda < 2,5 μm) lo que supone la mayor parte de la radiación (aprox. el 97%). El resto de la radiación penetra calentando los cuerpos contra los que incide: paredes, suelo, etc., y aunque no calienta directamente el aire, éste termina calentándose por convección al ponerse en contacto con los cuerpos calientes. Todos esos cuerpos calientes, además de ceder calor por convección, irradian energía con una longitud de onda para la que es opaco el vidrio. De este modo el vidrio se convierte en un sistema que permite la entrada de la energía pero no su salida, logrando que se caliente constantemente el ambiente interior (efecto invernadero). Factor solar A la relación entre la energía que traspasa el material vidrio (la energía transmitida más la parte absorbida e irradiada al interior por el vidrio) y la energía total solar incidente sobre el mismo se le llama Factor Solar (Fs). |
|
< Sección anterior |
Sección siguiente > |