Ética de los negocios, valores y principios en Responsabilidad Social y Sostenibilidad Empresarial
Wikilibro: Responsabilidad Social y Sostenibilidad Empresarial > Capítulo 2: La estrategia de la RSE y sostenibilidad |
Sección 1
El desafío de la sostenibilidad exige una nueva conciencia por parte de las empresas. Desde hace tiempo, no todo vale para ganar dinero, e incluso hay casos de empresas, que aunque cumplen, rigorosamente, la legislación vigente, se ven castigadas por conductas que algunos consideran pocos solidarias, sean de carácter social o medioambiental.
Esta nueva conciencia, que está aflorando en algunas empresas, otorga a las mismas el calificativo de “socialmente responsables”. La empresa socialmente responsable es aquella que tiene como fin crear y maximizar el valor para sus grupos de interés mediante un comportamiento ético, tratando de generar valor social y medioambiental además del económico. Las empresas responsables no solo definen su misión, visión y valores en el marco de un plan estratégico, sino que también integran de manera transversal buenas prácticas de RSE y sostenibilidad en su forma de hacer negocio. Para conseguir esto, una organización tiene que ser accountable con sus grupos de interés. Los términos Accountable y accountability no tienen una traducción exacta al español por lo que con frecuencia se utilizan directamente en inglés. En el contexto de la RSE, estos términos ingleses se pueden traducir como “la rendición de cuentas y la asunción de responsabilidad de las organizaciones por sus actos e impactos” frente a todos sus grupos de interés. Se exige pues, que una empresa responda, no solo a los intereses de sus accionistas, sino a las expectativas de diferentes grupos de interés, incluyendo a los accionistas pero sin exclusividad y con carácter equilibrado. Accountability, la rendición de cuentas, constituye, por lo tanto, la base de la RSE y la sostenibilidad, especialmente de las responsabilidades de una organización derivadas de sus actos con respecto a sus grupos de interés. AccountAbility, The Institute for Social and Ethical AccountAbility, fundada en 1995, ha desarrollado un serie de normas internacionales, entre las cuales la Norma de Principios de AccountAbility AA1000APS (2008) fija las premisas básicas para que cualquier organización pueda ser accountable con respecto a sus grupos de interés. El propósito de esta norma es proporcionar a las organizaciones un conjunto de principios reconocidos internacionalmente, para enmarcar y estructurar la forma en la que éstas entienden, gobiernan, administran, implementan, evalúan y comunican su accountability. En este contexto la norma aclara que: “Accountability es el reconocimiento, asunción de responsabilidad y actitud transparente sobre los impactos de las políticas, decisiones, acciones, productos y desempeño asociado a una organización. Esto obliga a las organizaciones a implicar a los grupos de interés para identificar, comprender y responder a los temas y preocupaciones referentes a la sostenibilidad. Asimismo, obliga a informar, explicar y dar respuesta a los grupos de interés acerca de las decisiones, las acciones y el desempeño. Incluye el modo en el que una organización gobierna, formula su estrategia y gestiona su desempeño.” La norma internacional “Norma de Principios de AccountAbility AA1000APS (2008)” establece tres principios:
El principio básico de Inclusividad es necesario para alcanzar los de Relevancia y Capacidad de Respuesta. La unión de los tres principios respalda el alcance de la accountability. La Inclusividad es el punto de partida para determinar la relevancia. El proceso de relevancia determina los temas que son más relevantes y significativos para la organización y sus grupos de interés. Por otro lado, la Capacidad de Respuesta se refiere a las decisiones, acciones y desempeño relacionado con aquellos asuntos relevantes. Las empresas sostenibles ponen en el centro de su negocio la aplicación de buenas prácticas de RSE y Sostenibilidad, integrando éstas en su actividad empresarial. Código ético o de conducta Hay empresas que desarrollan, de forma voluntaria, un código ético o de conducta para manifestar sus valores y dar ejemplo, en la relación con sus grupos de interés. Estos códigos cobran especial relevancia cuando, por ejemplo, una empresa intenta transmitir sus valores a sus proveedores para que ellos también los asuman. No obstante, un código ético o de conducta solo es una carta de intenciones, que de poco servirán, si la empresa no implementa políticas y procedimientos para asegurar su cumplimiento. El código ético o de conducta de una empresa, es un documento público que recoge los objetivos, los valores y los principios de actuación de una organización respecto a sus grupos de interés, y que presiden la política de la empresa, con el objetivo de:
La característica más importante del proceso de elaboración de un código ético o de conducta es la implicación de los grupos de interés de la organización de una forma directa. Es aconsejable que la organización a nivel interno elabore una primera propuesta, pero que ésta sea posteriormente analizada y comentada con las personas que forman la organización. Sólo así, el código ético o de conducta conseguirá expresar de un modo lo más realista posible el tipo de relación que se desea mantener con el entorno en el que opera la organización. Una vez implantado el código, es necesario formalizar mecanismos que permitan a las organizaciones validar hasta qué punto el código se está cumpliendo, y disponer de las vías necesarias para llevar a cabo las acciones que correspondan en caso de incumplimiento. Es habitual disponer de un buzón de correo específico que permita comunicar a cualquier parte interesada, tanto interna como externa, los posibles incumplimientos del código de conducta que se produzcan. |
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