En la acción directiva utilizamos todas las herramientas a nuestro alcance para reducir márgenes de incertidumbre y para cubrirnos de los riesgos que identifiquemos en todos los posibles escenarios. El potencial predictivo de la tecnología disponible incrementa los márgenes de seguridad hasta límites nunca conocidos hasta ahora. ¿Y si liderar no fuese solo huir de la incertidumbre sino afrontarla con coraje? ¿Y si nuestra calidad como líderes se probara precisamente en situaciones totalmente imprevisibles? Vivimos tiempos que ponen a prueba nuestro liderazgo, porque más vale una incertidumbre asumida, que una seguridad ficticia.