La UNESCO incluye varias artesanías en su lista de patrimonio inmaterial de la humanidad

El Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reunido en Mauricio hasta el 1 de diciembre, inscribió treinta y un nuevos elementos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Entre ellos varias artesanías.

El Arte de muros de piedra seca, conocimientos y técnicas típico de países como el nuestro, Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Eslovenia y Suiza: este arte se refiere al arte de construir apilando piedras unas sobre otras, sin utilizar ningún otro material, excepto, en algún caso, suelo seco. Este conocimiento se conserva en las comunidades rurales donde la práctica está profundamente arraigada entre los profesionales de la industria de la construcción. Las estructuras de piedra seca han formado numerosos y diversos paisajes con una variedad de construcciones utilizadas como viviendas, para la agricultura y la ganadería. Dichas estructuras atestiguan los métodos utilizados por las personas desde la prehistoria hasta el presente en la organización de sus espacios de vida y de trabajo mediante la optimización de los recursos naturales y humanos locales.

El encaje de bolillos de Eslovenia: consistente en el cruce y la torsión de hilos enrollados en palos de madera especiales conocidos como bolillos. Usando patrones reconocibles localmente, los utensilios para hacer bolillos producen encajes en bandas o en formas terminadas. Su producción sirve para adornar prendas de vestir y accesorios de moda, textiles para la iglesia y el hogar y espacios representativos. Además, es una inspiración para creaciones artísticas en general. La práctica tiene funciones terapéuticas notables y se transmite con mayor frecuencia de abuelas a nietos.

El arte del bordado Chakan en la República de Tayikistán: es la práctica de coser adornos, imágenes de flores y dibujos simbólicos con hilos de colores en telas de algodón o seda. El bordado Chakan se utiliza para decorar prendas de vestir y artículos para el hogar, y presenta representaciones simbólicas e imágenes mitológicas relacionadas con el entorno natural y el cosmos, que expresan las esperanzas y aspiraciones de la gente. Los productos son expresiones de belleza y de los lazos que conectan a los humanos con la naturaleza. La generación más joven aprende el arte de sus madres, abuelas y hermanas mayores, así como a través del método ustod-shogird (maestro-alumno).

El Blaudruck / Modrotisk / Kékfestés / Modrotlač (teñido añil) de Austria, República Checa, Alemania, Hungría y Eslovaquia: se refiere a la práctica de imprimir una pasta resistente al tinte en un paño antes de que se tiña el índigo. La pasta evita que el tinte penetre en el diseño. Para aplicar los diseños en la tela, los profesionales usan bloques hechos a mano de hasta 300 años de antigüedad, con diseños inspirados en la región, diseños genéricos o motivos cristianos. Hoy en día, la práctica sobrevive principalmente en talleres familiares gestionados por artesanos de segunda a séptima generación, y el conocimiento tradicional se registra en revistas del siglo XIX, la mayoría de las cuales son familiares.

Los nacimientos (szopka) en Cracovia:  es una práctica que se origina en las costumbres de las celebraciones navideñas y se centra en la construcción de cunas. El szopka es una estructura liviana que presenta la escena de la natividad rodeada por representaciones de casas y monumentos de Cracovia. Otras escenas también se representan representando eventos culturales y sociales históricos y contemporáneos. El primer jueves de diciembre, los fabricantes se reúnen en la plaza principal de Cracovia para presentar su trabajo. La práctica tiene importantes funciones educativas, transmitiendo conocimientos sobre la historia de la ciudad, su arquitectura y costumbres.

La tradición de las mujeres alfareras de Sejnane (Túnez): practican una técnica específica en la producción de objetos de terracota para uso doméstico. Están decoradas con patrones geométricos de dos tonos que recuerdan a los tatuajes tradicionales y los tejidos bereberes. Todas las etapas del proceso de fabricación de cerámica son realizadas por mujeres, pero los hombres están involucrados en el proceso de ventas, lo que hace que este sea un oficio basado en la familia. Las mujeres de Sejnane han adaptado su oficio a las necesidades de hoy en día y las fluctuaciones de la demanda, lo que demuestra una capacidad de innovación.

Fundesarte conoce bien la tradición alfarera de Séjnane ya que en el año 2013 finalizamos el proyecto de “Capacitación de las mujeres alfareras de Sejnane (Túnez)” desarrollado por Fundesarte en colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la asociación AFCAR, que trabaja en el desarrollo de la artesanía rural. El proyecto contribuyó a mejorar la calidad de vida de las mujeres artesanas, gracias al perfeccionamiento de sus habilidades, así como la calidad y diseño de sus productos, mediante formaciones técnicas específicas. Gracias a la introducción del diseño contemporáneo a su línea de productos se ha podido optimizar su comercialización. Las mujeres alfareras aportaron durante el proceso de formación su conocimiento ancestral de las técnicas de alfarería propias de la región tunecina.

La lista representativa busca mejorar la visibilidad de las tradiciones y conocimientos de las comunidades sin reconocer los estándares de excelencia o exclusividad.