PON UNA CALDERA DE BIOMASA EN TU VIDA

Si te dijera que conozco un sistema para reducir tu factura de calefacción y agua caliente sanitaria a prácticamente la mitad… ¿lo implantarías? Seguramente sí.

Pues no estoy hablando de nada experimental ni futurista, sino simplemente de algo que seguramente tú ya conoces: la caldera de biomasa. Y el único motivo por el que no esté mucho más extendida, me temo que se debe a un simple tema de desconocimiento y la inseguridad que radica de él. Por ello, en este post se intentará explicar y analizar los pros y contras que puede suponer instalar ahora mismo una caldera con biocombustible en tu hogar.

Pellets

Uno de los factores más importantes a tener en cuenta es la disposición de espacio para la instalación del silo de almacenamiento. Quizá este factor sea de los más restrictivos, porque las dimensiones del mismo son considerables, pero también es cierto que, si no dispones del mismo, se pueden plantear opciones alternativas como por ejemplo la realización de recargas más frecuentes. Puede que esta opción sea más tediosa, pero deberás hacer un balance entre el importante ahorro económico y la organización en la compra del biocombustible.

Otras de las cosas que a priori pueden asustar un poco es la inversión inicial que hay que realizar, algo superiores a las calderas de combustible fósil, pero también es verdad que el dinero se recupera en poco tiempo. Si aún así te parece arriesgado, siempre puedes apostar por empresas de servicios energéticos que se ocupan de la inversión y gestión (contratación de combustible y mantenimiento de la instalación). De esta forma, ellos asumen todos los riesgos económicos y el cliente sólo tiene que preocuparse de pagar una tarifa mensual de acuerdo a su consumo.

ahorro

Es muy importante también tener en cuenta la zona geográfica en la que queremos hacer nuestra instalación, porque puede jugar tanto en contra como a favor. Debido a que es una tecnología que no está todavía demasiado extendida, es posible que en algunos puntos del territorio nacional encuentres dificultades en cuanto transporte, distribución y almacenamiento de biocombustible; aunque también es cierto que el uso de este sistema se está extendiendo cada vez más, y con ello su comercialización. También puedes tener problemas si tu vivienda se encuentra en una zona de alta concentración urbana, pues estos tipos de calderas tienen emisión de de partículas en suspensión; cuestión que tiene fácil solución con sistemas añadidos que ayudan a reducir prácticamente a cero este tipo de emisiones.

Aunque, como se ha comentado antes, también la zona de residencia puede jugar a tu favor; como por ejemplo aquellos lugares en los que no llega la distribución de gas natural. En este caso es mucho más rentable instalar una caldera de biomasa que de gasoil, ya sea como primera instalación o como sustitución de una antigua. Pues el rendimiento de una caldera de biomasa es mayor que el de una de combustible fósil, en menor o mayor proporción dependiendo del tipo de biocombustible que queramos usar. Y por supuesto el precio del biocombustible, que no es sólo mucho más competitivo que el fósil sino que además es estable (recordemos que se han llegado a experimentar subidas en el precio del gas natural de más del 60% en cuestión de un año).

¿Aún no estás convencido? Pues aún tiene muchas más ventajas poner una caldera de biomasa en casa. Por ejemplo, el hecho de que al instalarla estás mejorando la certificación energética de tu vivienda, lo que siempre supondrá un aspecto positivo en la misma. Recuerda que según la normativa vigente implantada desde 2013 (RD 235/2013 y Ley 8/2013), es de obligado cumplimiento la realización de certificados energéticos en viviendas de nueva construcción o sometidos a grandes reformas, como para aquellos que salgan a venta o alquiler.

certificado energetico

Además, ten en cuenta que ya son muchas las comunidades autónomas que ofrecen subvenciones para la instalación de calderas de biomasa (Galicia, Madrid, Andalucía, Extremadura, Murcia…) con el objetivo de fomentar el ahorro energético. Y para aquellos que estén más concienciados con el medio ambiente y no sólo en la parte económica, tened en cuenta que las calderas de biomasa tienen cero emisiones de CO2 (balance neto nulo si tenemos en cuenta que el CO2 emitido ya ha sido anteriormente fijado en las plantas).

Si ya te has decidido, solo te haré una última recomendación para la elección del biocombustible. Normalmente se suele usar pellet para las instalaciones comunes (<80 kW), por su fiabilidad en la alimentación (certificación europea Enplus) y distribución. Pero para instalaciones mayores es más recomendable utilizar astilla, pues aunque aún no existen certificados oficiales del producto, cada vez es más riguroso el control de humedad y tamaño de partícula y el coste de combustible se ve reducido ligeramente.


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