DEL DICHO AL HECHO HAY UN TRECHO

Antes de nada quisiera empezar disculpándome por el retraso en esta publicación, esta semana ha sido un poco especial en el ámbito familiar y personal, en el buen sentido, y todo eso tiene su reflejo en el ámbito profesional y estudiantil, a los hechos me remito. Seguramente habría estado todo mejor organizado y esta entrega habría estado hecha a tiempo si hubiera aplicado una de las, ya aprendidas, herramientas de este módulo. Me refiero a los “diagramas de redes ADMy PDM”. Tal vez, si hubiera tenido en cuenta que el camino crítico lo iba a marcar la boda de mi hermana, en esta semana habría organizado mejor los distintos eventos y por tanto entregas de este Máster, ¿no creéis?
Pero no creo que la falta de aplicación de esta herramienta, tan útil a primera vista, sea una cuestión exclusiva de mi vida personal. Ya conocía antes de su existencia, la primera vez que me encontré cara a cara con uno de estos “diagramas de redes” fue hace cosa de 5 años, en la asignatura de OGP (Organización y Gestión de Proyectos de 5º curso de ingeniería de caminos)
La sensación que me provocó la primera vez que vi esta herramienta fue la misma que me ha producido volver a encontrarme con ella en estas semanas, es decir, la sensación de estar ante una herramienta básica para la organización de proyectos y de ser de una utilidad enorme.
Como podréis observar parece como si nunca la hubiera visto en el intervalo que separa estos dos momentos. Y efectivamente esa es la realidad, en los 5 años que separan el momento del examen de OGP y la primera lectura del módulo de Gestión de Proyectos, no he vuelto a cruzarme con uno de estos diagramas. Y eso que mi vida profesional en estos 5 años ha estado ligada al desarrollo de unos cuantos proyectos, casi todos de ejecución de obras.
Y si una herramienta es tan útil en teoría, ¿por qué no se aplica más en la práctica?, está claro que no es por desconocimiento. En mi modesta opinión el causante de esta falta de aplicación, al menos en el mundo de las obras, es que ésta y otras herramientas son suplantadas por la experiencia personal de los distintos redactores y directores de proyectos. En campos tan empíricos como la obra civil, la experiencia profesional juega un papel fundamental, hasta el punto de servir como “vara de medir” a la hora de realizar estas planificaciones.
Pero, ¿es acertada esta actitud? En mi nuevamente modesta opinión, no. La confianza plena y exclusiva en la experiencia personal hace que se comentan errores a la hora de valorar riesgos y predecir plazos y costes. Errores que serían fácilmente evitados con una sencilla aplicación de estas herramientas.
En esto de la gestión de proyectos, como en todo, supongo que la virtud debe estar en el término medio, que en este caso debe ser poner la experiencia personal y profesional al servicio de estas herramientas. Al menos esa es la opción que voy a intentar tomar y con ella evitar no pasar otros 5 años sin ver ni uno de estos, ya famosos, diagramas.


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