REDUCIR COSTES POR UNIDAD DE INGRESO vs. COSTES TOTALES

REDUCIR COSTES POR UNIDAD DE INGRESO vs. COSTES TOTALES

Por Wilson Llauger Hung.

Ya sea que la empresa este recibiendo el impacto de la globalización, se vea sometida a una baja rentabilidad o muestre pérdidas en el cuadro de resultados del ejercicio, esté perdiendo participación en el mercado debido a los altos costos, carezca de capacidad de maniobra, desee ganar participación en el mercado, o se vea ante una falta de liquidez, recurre invariablemente a la reducción de costos. Una reducción de costos aplicada generalmente sin proyección estratégica, carente de metodología y sistema, que muchas veces no produce los resultados esperados en el corto plazo, y nunca logra objetivos ni en el mediano ni en el largo plazo.

Con el objetivo de mostrar mejores resultados en el corto plazo se eliminan los planes de capacitación y entrenamiento, con lo cual lo que no se gasta en capacitación se termina pagando con costos más elevados producto de menores niveles de productividad y calidad. Por otro lado, las utilidades actuales se comen el futuro de la empresa al disminuir los niveles de respuesta y competitividad de un personal que no se adecua a las necesidades del mercado y al avance de la tecnología. Dirigir una empresa con personal con escasa o nula polivalencia impide todo tipo de capacidad de competir.

En cuanto a las reestructuraciones de personal sin un debido análisis y metodología termina no sólo perdiendo en muchos casos personal muy valioso en cuanto a experiencia, capacidades intelectuales y habilidades técnicas, sino además producto de la desmoralización en el resto del personal sumados a una mayor carga de trabajo disminuye tanto los niveles de calidad como los de productividad. Hay que tener en cuenta que el “saber hacer” de la organización es intangible y no se refleja en un Balance General o Estado de Resultado de un ejercicio.

Apuntar a la reducción de gastos de publicidad no hace más que abrirles el camino a los competidores y perder posicionamiento en el mercado.

De igual forma se tiende a adquirir insumos de menor costo, o al cambio de fórmulas, estructuras o contenidos de bienes o servicios con la intención de disminuir los costos, sin atender a las consecuencias no sólo en los costos totales, sino tampoco al efecto en los consumidores o la afectación de la calidad total tan anhelada y necesaria.

Existen empresas que con muy poco tino disminuyen las labores o actividades de mantenimiento preventivo, cuando esto representa a mediano plazo el acortamiento radical de la vida útil de los activos.

Hay dos cuestiones fundamentales que bebemos comprender: “no se trata de reducir los costos totales, sino los costos por unidad de ingreso”. La cuestión debe centrarse en el mejoramiento de la productividad de tal forma incluso que contenga incrementos en los costos totales y puedan obtenerse incrementos superiores de ingresos.

La segunda cuestión es que “no se trata en realidad de reducir costos, sino más bien de eliminar sus causas”; para ejemplificar este último concepto puede tomarse el caso de una fotocopiadora de alta calidad, con la cual se emiten gran cantidad de fotocopias que solo requieren baja o mediana calidad. Sería totalmente erróneo reducir tales costos eliminar dicha fotocopiadora y utilizar una más barata con detrimento de la calidad de los documentos que realmente requieren alta calidad. De lo que realmente se trata es de evitar la incorrecta utilización de la fotocopiadora más cara en procesos que no conllevan a la creación de valor agregado a nuestra actividad, instalando una cuya explotación resulte más económica solo para los trabajas que no requieran alta calidad de impresión.

Debe reconocerse claramente en aquellas situaciones en las cuales la empresa, debido a la falta de liquidez, se ve forzado a restringir los egresos, los potenciales para mejorar la utilización de los recursos de tal forma, que se generen más ingresos que egresos y se contribuya a superar la falta de liquidez. Ello no implica que no deba analizarse la relación de ingresos y egresos en el tiempo, lo cual daría lugar no solo a la necesidad de restringir de manera metódica y sistemática los egresos de forma tal de evitar dañar la solvencia de la compañía, sino además, modificar políticas en materia financiera y de ventas (como precios, descuentos por pronto pago, retrasar el pago a proveedores, plazos de pagos de proveedores y clientes, etc). En estos casos la reducción de costos se da dentro de un proceso de rehabilitación financiera de la empresa, por lo que tan sólo representa uno de sus componentes dentro de la estrategia de recuperación.

Otro elemento de máxima importancia: Utilizar el “outsourcing” como herramienta de gestión basado en costes, debido a que “cuando una organización hace algo que otros pueden comprar o hacer de forma más eficiente está sacrificando una ventaja competitiva”.


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