Los 7 hábitos de Covey: Soñar para crear
Borja Uruñuela
EMBA EOI 2015-16
Soñar para crear
La visión nació cuando me imaginaba que algún día yo sería ese hombre que estaba enfrente de nosotros en el colegio y tendría mi propia escuela.
Esa visión se desvaneció temporalmente durante la adolescencia. Tenía otras necesidades más importantes que atender.
A los 19 años la visión volvió. Sin la aprobación de mis padres, abandoné mis estudios de empresariales, mi casa, mi entorno y me fui a poner los cimientos. Tener una visión clara me ayudó a priorizar. Me fui a Londres a formarme y tener experiencias personales.
En 1991, con 23 años, me mudé a otro territorio extranjero: Sevilla. Esta vez, dentro de la legalidad, encontré trabajo donde más quería.
Un año después encontré un aula más grande en Madrid donde adquirí más experiencia.
Tres años después, en 1995 encontré en Mairena, otro lugar desconocido donde la visión se haría realidad. Un equipo de tres personas, sin ordenadores, ni móviles, ni Internet pero con mucho entusiasmo.
Una visión también te lleva a evolucionar para no quedarte en el camino.
Los años han traído momentos difíciles pero más momentos felices. He aprendido a ayudar a que los demás saquen lo mejor de sí y entre todos construir la visión.
20 años después, la visión es un hecho que recibe el reconocimiento de administraciones, entidades y organizaciones del sector.
No he llegado a mi visión por eso me estoy tomando un descanso activo, dejando de lado aficiones y eventos los fines de semana para poder seguir adelante.
Un soñador no tiene por qué llegar a ser empresario pero un empresario sí tiene que soñar.
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