La importancia de la gestión de costes en el mundo empresarial en general y las infraestructuras en particular

En un entorno global tan competitivo en el que están obligadas a sobrevivir las empresas a día de hoy, una buena gestión de costes es la clave para poder seguir en la brecha. Da igual en el entorno que se muevan, da igual si los precios los marca el mercado, la competencia, si quieres sobrevivir tienes que vender por encima de tu precio de coste, por lo tanto no queda otra que gestionar este.

Una buena gestión de costes no ha de basarse sólo en la obtención del precio final de nuestro producto, para que sea competitivo, si de verdad queremos triunfar, tenemos que distinguirnos de la competencia, hacer que nuestro producto sea el mejor, el de mejor calidad, y esto también se puede conseguir a través de la gestión de los mismos. Para ello hemos de rentabilizar al 100% el procedimiento productivo, materias primas, mano de obra, personal de administración, dirección…. Y para ello nada mejor que estudiar el coste de cada una de estas variables, estudiar sus desviaciones, sus posibles reducciones. Buscando soluciones creativas, invirtiendo en tecnología, reduciendo tiempos de producción, o buscando algún valor añadido que nos diferencie del resto, aunque esto suponga tener que asumir algún nuevo coste.

Pero para que esto funcione todos los integrantes de la empresa han de remar en la misma dirección, los directivos han de tener claros los objetivos a conseguir, transmitir una buena cultura acerca de la rentabilidad esperada en cada actividad, buscando reducir al máximo los costes no deseados, haciendo que esta llegue a todos los rincones de la empresa. Si se consigue involucrar a todos en conseguir esos objetivos, el triunfo está asegurado.

¿Y en el mundo de las infraestructuras? ¿Cuán importante es la gestión de costes?

En la construcción de infraestructuras, debido a la complejidad del sector en sí, la gestión de costes es primordial, para poder rentabilizar las obras ejecutadas y con ello la supervivencia de las empresas del sector.

En este caso singular, se parte de un producto por encargo (construcción de un proyecto), con un precio fijado (presupuesto) y en muchos casos con un objetivo de margen (beneficio) antes de poner la primera piedra, por tanto la gestión de costes es de las pocas herramientas disponibles para poder obtener rentabilidad al proceso.

A través de esta herramienta tendremos que controlar no sólo los costes directos (mano de obra, materiales, horas de maquinaría,…) sino también los costes indirectos (personal de gestión de la obra, administración, porcentaje de costes de
estructura de la empresa…) Si conseguimos realizar una buena gestión de estos costes, que englobe una distribución mensual de los mismos en el periodo de tiempo estimado para la duración de todo el proyecto, realizando unas previsiones de los mismos entre las distintas unidades de obra y llevando un control por imputaciones de los costes reales a esas unidades, podremos saber en todo momento en donde nos estamos desviando y porqué, permitiéndonos actuar para solventar los problemas que nos están causando unos costes no acordes a los esperados.

Por tanto no importa el sector al que nos dediquemos, si queremos que la actividad de nuestra empresa sea rentable y competitiva la base está en el estudio, control y gestión de nuestros costes.

Gonzalo Gutiérrez.


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