Dos espacios para una experiencia

¿No se decía que el espacio digital iba a eliminar las presencias? ¿Que las pantallas individuales romperían las solidaridades? ¿Que el tiempo de la red inmediato y eterno iba a oponerse al tiempo finito de la vida humana?
Sin ninguna duda, estamos todavía al inicio, pero más avanzados en el camino que hace 10 años.

delicate boundaries

Imagen de Chris Sugrue, creada en Medialab Prado

Nadie puede pretender todavía ser un nativo digital,  si se diera el caso de que existiera un día, pero herramientas que nos parecían ajenas ahora responden a nuestras necesidades. Nos sorprendemos incluso necesitando herramientas que todavía  ninguna tecnología de masa es capaz de proporcionar.

Las organizaciones informales, colectivos, comunidades, se apoyan en la red para desarrollar acciones y comunicaciones. Pero estas siempre se aceleran cuando los miembros se conocen fisicamente.

Algunos territorios crean su presencia digital para facilitar la reaparición de solidaridades vecinales. Dos vecinos se conocen en la red mediante la plataforma del barrio, llevan a sus hijos al mismo colegio y se organizan para ir a buscarlos. Un grupo de vecinos imagina una guía de restaurantes del barrio y la publica en la Web. Otras idean una guía de mejores mojitos de la ciudad y lo publican en la Web.

Nuestra naturaleza (morimos, tenemos cuerpos, somos animales sociales) no se encuentra seriamente cuestionada por el espacio digital tal como está. Sin embargo, vivir una de esas dos dimensiones de forma exclusiva provoca una relación de exterioridad respecto al otro espacio e impide su conexión. Al contrario, la interiorización de los dos espacios como espacios de vida (aunque el físico parece más obviamente vivido para la mayoría de las personas de momento) y su articulación llevan a soluciones de reapropriación que siempre permiten su hibridación “humana”. Por humana entiendo respetuosa de las características (actuales) humanas: nos morimos, tenemos cuerpos, somos animales sociales. Por lo tanto, tomar conciencia de la necesidad de contribuir a la interpenetración de los espacios según una lógica que privilegia la dimensión humana de la práctica tecnológica significa que nuestras prácticas ya han madurado. Contribuir ello aparece entonces como la vía más realista y prometedora para que sigan madurando.

Por eso, hoy os proponemos participar en nuestro experimento: os invitamos el 5 de mayo a las 19.00 a un acto que se retransmitirá también en un aula del ITBA. Y qué mejor motivo para hacerlo que la conferencia de José Luis Roces, Vicerrector del ITBA, dedicada a Liderazgo e Innovación.

Firmado por: Fréderique Muscinesi, Responsable de eventos de EOI

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