Cómo gestionamos la incompetencia?

Últimamente se habla mucho del talento, el emprendimiento, la proactividad y la motivación como verdaderos motores necesarios de la productividad empresarial del Siglo XXI. Pero como gestionamos la incompetencia? Es evidente que no somos perfectos, pero diagnosticar y actuar sobre esa imperfección puede no ser un camino de rosas. En el libro “Gestión de incompetentes” que se presenta en esta conferencia (http://www.eoi.es/savia/video/629/gestion-de-incompetentes) los autores proponen una metodología para reconocer y gestionar a los incompetentes que nos rodean, pero sobre todo a reconocer nuestra propia incompetencia. El autor, Gabriel Ginebra, explica el mundo de las incompetencias con un toque humorístico muy necesario (sobre todo en España)

Este ejercicio no es fácil, debe nacer desde una humildad que raras veces vemos o somos capaces de mostrar en nuestro día a día corporativo. Nuestros miedos o debilidades parece que nos superan, y mostramos una falsa fortaleza (el superhombre!) que nos impide reconocer nuestras propia incompetencia.

Especialmente interesante es la parte dedicada a la mediocridad de nuestros diagnósticos sobre las competencias. En general, tendemos a realizarlos de forma superficial (es muy malo, es un manta, es un crack, no vale, le supera, etc) sin aproximarnos al problema de forma sistemática y planificada. Estoy totalmente de acuerdo con el autor en que tenemos que afinar mucho más los diagnósticos si queremos atacar la incompetencia (de nuevo, empezando por la nuestra) de forma efectiva. Al fin y al cabo, el diagnóstico es lo que diferencia al Dr. House del resto!

El autor menciona el trabajo, y yo añadiría la paciencia, como claves para tratar a los incompetentes. Al fin y al cabo, aspirar a la excelencia es en ocasiones simplemente imposible pero en el mejor de los casos es ineficiente. Centrémonos en medir la incompetencia para determinar la magnitud del problema. De esta forma, quizás reduzcamos la posibilidad de poner a personas con carencias en temas no importantes en el mismo saco de los incompetentes que realmente están afectando nuestro negocio. Si intentamos alcanzar la excelencia, en ocasiones podemos estar malgastando energías y recursos que probablemente podrían mejorar el rendimiento de nuestra organización si nos centrásemos en los temas clave (o donde somos realmente malos). Como últimamente se comenta, el “Focus” o la focalización en lo importante parece ser una de las habilidades claves del Management en estos tiempos de email, Whatsapp, Internet, Skype y meetings que nos tienen tan ocupados con temas que quizás tengan poco impacto en el negocio.

Enfocarnos en lo clave, conocer nuestros recursos y sus puntos verdaderamente débiles que pueden hacer daño a nuestro negocio, tener paciencia y trabajar para mejorarlos. Y como dice el autor, recordar que “Con estos bueyes tenemos que arar”.

Saludos!

Alberto Gil


Suscribirse a comentarios Respuestas cerradas, se permiten trackback. |

Comentarios cerrados.


Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies