COLORES CORPORATIVOS

  1. ¿Son importantes?

El conocido principio bíblico, adjudicado a Jesús al término del Sermón de la Montaña: “Por sus obras los conoceréis” (a veces por sus hechos, a veces por sus frutos) ayuda a distinguir lo verdadero de lo falso. Las fuentes de agua salada no pueden producir agua dulce.

La fuerza del marketing y la comunicación han cambiado este principio por otro. “Por sus colores los conoceréis”. Por los colores conocemos cosas tan variopintas como ideologías políticas, grandes empresas, equipos de futbol, bebidas, destinos turísticos incluso brotes del saber.

Desde un punto de vista teórico, los colores se consideran un elemento semiótico no verbal, clave para atraer la atención del público y hacer que la marca sea memorable (Círculo de Innovación). Si al color le sumamos un logo, ya sea una forma, un diseño o una tipografía habremos creado un impacto social de comunicación de alcance.

La realidad nos demuestra que se pueden cambiar las formas, los diseños, la tipografía pero casi nunca se cambian los colores. El mercado es muy selectivo y muy sensible. Curiosamente se ha demostrado que un solo color (máximo dos) se guarda mejor en la retina y en la memoria. Los conceptos (sean empresas, productos, eventos, etc…) se identifican mejor por un color que por una combinación de colores.

Un estudio de Marcos Terol (Marcos Terol en branding –abril 2013) nos expone que:

–          El 95% de las empresas utilizan en sus comunicaciones corporativas 1 o 2 colores

–          El 33% utilizan el color azul. El 29 % el rojo. El 28 % el negro y el amarillo un 13%.

–          Los colores más atractivos para el gran público son: morado, azul, verde, naranja y blanco.

–          Los colores menos atractivos para el gran público son: rojo, amarillo, marrón y negro.

Dependiendo del famoso: qué, cómo, cuándo y dónde queramos comunicar, debemos escoger un color u otro, sabiendo que nuestro color no lo debemos cambiar por mucho tiempo y que ese color, a la postre, va a ser parte de nuestra estrategia y de nuestro posicionamiento y de nuestra identidad.

Cualquier color dice mucho y tiene muchas aristas. Lo que en un país o en un entorno significa un color o la combinación de dos colores no tiene nada que ver con lo que significa en otros. Lo más importante es saber despertar sensaciones y sentimientos. Evocan primero y establecen después un nexo con la persona a quien va dirigido el mensaje.

El color incrementa en un 80% el reconocimiento de marca y contribuye decididamente a potenciar lo que queremos conseguir, distinguirnos y crear afinidad (el blog de copywriter)

En el próximo post analizaré lo que significan los colores corporativos (el blanco, azul, amarillo…) y señalaré sus ventajas e inconvenientes, incluyendo las principales empresas o marcas que han apostado por cada color.


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