Tornar un hobby en una profesión.
En estos días en los que tanto se habla de reformas educativas, quiero llamar la atención sobre el hecho de fomentar en nuestros hijos el estudio de actividades que en el futuro (y sin haberlo previsto), puedan convertirse en su modus vivendi, o al menos en una vía de escape (entiéndase laboral) cuando, dios no lo quiera, vengan mal dadas.
Debemos dejar un hueco en nuestros planes educativos para materias en apariencia no tan importantes como ciencias, matemáticas e idiomas, dejando espacio a lo manual, artístico y cultural, pues ello fomenta la creatividad y dan un espacio para aquellos alumnos «no standarizados».
Tornar un hobby en una carrera profesional es el caso de muchas de las personas que trabajan conmigo cotidianamente e incluso el mío propio.
Fomenten la lectura, la experimentación, la música, la carpintería, la pintura, el arte…
Despierten a la sociedad escolar adormecida y ábranle una puerta alternativa.
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