Cambio de Rumbo

En un país en el que el sueño de una madre es que su hijo apruebe una oposición, o que trabaje en un banco, o “en una de esas empresas grandes para toda la vida”, no es que estemos a años luz de Silicon Valley, ¡Es que estamos a años luz y mirando hacia otro lado!

Pero vuelves en el avión pensando que tal vez aún haya alguna esperanza, alguna posibilidad de que, aunque sea a nuestro ritmo, vayamos tomando el rumbo del mundo. Al fin y al cabo, también vivimos en un país muy creativo, que no sabemos cómo, pero ha salido de todos los líos en los que se ha metido, que no han sido pocos…

Así que decides encarar el futuro con esperanza, te vas a la cama, y al día siguiente llegas a la oficina con ganas de hacer cosas, de contar lo que has visto, lo que has oído, de explicar las ideas que tienes.

Y entonces llegas:

Y la gente está harta, su trabajo le aburre, todo sigue igual y todo seguirá igual, el becario al que habían hecho contrato antes de irte de viaje ha dejado la empresa y se ha marchado a Suecia a un trabajo en el que “cobrará un sueldo de verdad”, no hay proyectos nuevos, y los que hay se siguen haciendo igual que siempre, hablas con tu jefe (sin entrar del todo en el tema) y él te dice claramente que:

“lo que pasa es que hay gente tan inocente que se cree que los carteles esos de motivación que ponen los de recursos humanos son verdad”

Y aun así, medio en serio medio en broma, aprovechando el momento del café, hablas con tu otro jefe (¡será por jefes!), le cuentas parte de lo que has visto en San Francisco, y le hablas de los coches autónomos, las baterías, las start-ups… y dejas caer que “tal vez nosotros también deberíamos hacer algo, ¿digitalización? ¿intraemprendimiento? No sé, pero algo… “

Y ojito a la respuesta:

“¿innovar? Claro, ¡¡a Airbus le van a enseñar en Silicon Valley a hacer aviones!!”

Coges aire y le espetas un

“Eso mismo dijo General Motors y mira donde está ahora, y mira dónde está Tesla”

Bueno, en realidad no lo dices, solo lo piensas, te encojes de hombros, vuelves a tú sitio y piensas:

“¡eso no te lo crees ni tú! Tú tampoco crees que ya lo estás haciendo todo bien, lo que pasa es que no te atreves a hacer nada diferente a lo que llevas haciendo toda la vida. ¡Estamos perdidos! ¡Esta crisis es mucho peor! ¡no es económica, es de autoestima!”

Y creo que ese es el tema, no creemos en nosotros, ni como individuo, ni como colectivo, por eso todo nos da miedo, y le echamos la culpa a otro: al estado, a la crisis, a la falta de financiación, a que el lunes empiezo, a que no es un buen momento… Y los cobardes no van a ningún sitio. Y no es que no haya financiación. En realidad, no sabes si la hay ¡Ni siquiera la ha buscado!

 

Si tienes una idea, PONTE CON ELLA!!!

Si no te gusta el mundo en el que vives, CÁMBIALO!!!

 

DEJA DE QUEJARTE!!! 

ENFÁDATE!!! y usa esa energía para HACER ALGO ÚTIL

 No confíes en que otro lo hará, esas son solo promesas electorales que ya nadie cumple… 

CREE EN TI y haz lo que sea necesario para SER FELIZ, porque PUEDES HACERLO 

SOLO ASÍ HARÁS COSAS IMPORTANTES 

LO QUE TE HACE FELIZ A TI, HACE FELIZ A MUCHOS… (y eso se vende solo)

 

Esto es lo que aprendí en mi visita a Silicon Valley

 

PD: cualquier parecido con la realidad de mi oficina, es pura coincidencia 😉


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